El antes y después de las actrices icónicas de los 90'

El mundo de Hollywood siempre ha estado envuelto en un aura de glamour y perfección. Las actrices icónicas de la industria del cine han sido admiradas por su talento y belleza a lo largo de los años. Sin embargo, en un mundo donde la apariencia física juega un papel crucial, muchas de ellas han optado por someterse a procedimientos de cirugía estética para mantener su lugar en el pedestal de la fama.

Es el caso de Meg Ryan. Fue una de las reinas de la comedia en los años 90' y principios del nuevo siglo. Protagonista de algunas de las comedias más memorables, como "El chip prodigioso", "Algo para recordar", "Cuando Harry conoció a Sally" o "Tienes un email", sus retoques estéticos provocaron que las productoras dejaran de llamar a su puerta.

Melanie Griffith también se ha visto perjudicada por el exceso de bótox y ha hablado abiertamente sobre su experiencia. A lo largo de los años ha admitido someterse a varias operaciones que incluyen rinoplastia, inyecciones de labios para aumentar su tamaño... Confesando cómo algunos de estos procedimientos afectaron a su autoimagen y confianza en sí misma.

Daryl Hannah se suma a esta lista. Conocida por su participación en películas como "Splash" y "Blade Runner", ha sido objeto de especulación en relación con cirugía estética debido a los cambios en su apariencia a lo largo de los años. Aunque no ha hablado abiertamente sobre los procedimientos específicos que podría haberse realizado, su apariencia facial ha cambiado considerablemente con el tiempo. Algunos de los cambios notados en la apariencia de Daryl Hannah incluyen la posibilidad de que se haya hecho una rinoplastia para cambiar la forma de su nariz, blefaroplastia (cirugía de párpados) para rejuvenecer esa área, inyecciones de relleno facial y bótox para suavizar arrugas y líneas de expresión.

Kim Basinger, conocida por "L.A. Confidential" o "Nueve semanas y media", también ha sido objeto de especulación en relación con cirugía estética a lo largo de los últimos años. También destaca Renée Zellweger, uno de los ejemplos más notables de transformación física. Su cambio de apariencia para interpretar a Bridget Jones (donde ganó más de 20 kilos) y chocó con su reaparición: no sólo había adelgazado una barbaridad, también había algo diferente en su rostro.