¿Es lo mismo retinol que ácido retinoico?

Son de la misma familia, pero ni se usan de la misma manera ni sirven para lo mismo. Averigua cuál te conviene y por qué.

 

El retinol es la forma cosmética de la vitamina A y es de la familia de los retinoides

El retinol es la forma cosmética de la vitamina A y es de la familia de los retinoides.

Es hora de aclarar las cosas. Lo que de forma coloquial llamamos "retinol" (entrecomillado intencionado) no es más que la vitamina A en forma de activo cosmético, que pertenece a la familia de los retinoides. Cabe explicar un poco esta familia, ya que a veces se llama retinol a todo y es un error. Para saber qué usar (y, por tanto, qué comprar), primero hay que conocer qué es qué y para qué sirve cada cosa o, mejor dicho, quién debe usar cada cosa. He aquí una breve explicación.

HABLEMOS DEL ÁCIDO RETINOICO

"El ácido retinoico (en el INCI podrás encontrarlo como tretinoína, isotretinoína) es el más eficaz de los retinoides, pero también el más irritante y requiere que te lo prescriba un médico", explica Laura Granados, farmacéutica y responsable de bienestar de Spirit SkinBar, que añade: "Sólo se usa de noche, comenzando poco a poco según la pauta del dermatólogo para ir incrementando la frecuencia". No se compra en tiendas porque, como decía, se lo tienes que pedir al dermatólogo o médico estético. El doctor José Vicente Lajo-Plaza, director del Centro Médico Lajo-Plaza, nos cuenta sus virtudes: "El ácido retinoico es la forma más pura y activa de la vitamina A para usar a nivel tópico (es decir, sobre la piel). Entre sus propiedades destaca su gran poder de renovación de la piel a nivel del estrato corneo (es un muy eficaz agente exfoliante). Además, incrementa mucho la hidratación de la piel, controla la pigmentación cutánea, mejora la textura y aporta firmeza porque estimula la síntesis de colágeno". Hay que señalar que no todo el mundo se atreve con este ácido porque tiene fama de provocar efectos secundarios y ser bastante inestable (se oxida con la luz y en contacto con el aire). Además, los expertos advierten: no es un ingrediente fácil. Puede producir eritema o enrojecimiento en pieles sensibles y podría, en algún caso, originar la aparición de cuperosis o telangiectasias. El doctor Lajo-Plaza añade que, además, es totalmente incompatible con el sol: "De hacerlo surgen enrojecimiento, dolor e inflamación".

TODO SOBRE EL RETINOL

Ahora bien, ¿existe alguna forma de suavizar ese ácido y hacerlo más llevadero para que pueda comprarse en una tienda y usar tranquilamente, con unas mínimas indicaciones? Sí, pero entonces no es tan potente. Hablamos del retinol, así a secas. Granados nos ilustra en qué consiste: "El retinol es un precursor del ácido retinoico, por lo tanto es algo menos potente, pero también menos irritante y, en función de la concentración y el pH, será más o menos eficaz contra las manchas, las marcas de acné y las huellas de envejecimiento en general”. Si te es posible, infórmate de su concentración al comprarlo, para saber la cautela que debes llevar a la hora de pautar su uso. Conviene consultar a algún experto: "En función del tipo de piel, el objetivo buscado y teniendo en cuenta las diferencias entre las distintas formulaciones, se puede proponer el producto más adecuado", explica Granados. Si te acercas a Spirit SkinBar en Orense, 12 (Madrid) te echan un cable. Por su parte, Pedro Maggi, creador de la marca Skeen, nos cuenta lo mejor y lo peor de esta forma de vitamina A: "La acción del retinol es rápida y sus resultados muy evidentes: mejora la renovación celular, que disminuye con el paso de los años y puede pasar de 21 a 28 días o más, potencia la creación natural de colágeno y elastina, lo que aporta más firmeza a la piel, repara los daños cutáneos, mejora la textura de la piel, reduce las arrugas, disminuye las manchas de pigmentación…?" ¿Alguien da más? Eso sí, con calma y serenidad. Con el retinol siempre hay que empezar poco a poco, solo una o dos veces por semana, por la noche. A partir de ahí, se puede ir aumentando la frecuencia paulatinamente.

NUEVOS FORMATOS

Actualmente, en el mercado hay un boom de productos con retinol en packagings que pelean por que no se corrompa antes de actuar: cápsulas, ampollas, dosificadores que no dejan pasar la luz, envases airless… El retinol es una molécula muy inestable, según Maggi "se inactiva con la luz y al contacto con el aire y se puede oxidar muy rápidamente". De ahí que se creen nuevas formas para aumentar su estabilidad, como por ejemplo el retinyl palmitate, que es una forma de retinol esterificada con ácido palmítico. Es una forma de almacenar el retinol más estable pero también más débil. Es el menos efectivo de todos pero tiene la ventaja de que no suele provocar irritación.

De la familia de retinoides solo queda por hablar del retinaldehído, que se forma por oxidación del retinol y ofrece una mejor tolerancia, de ahí que pueda utilizarse también por el día y el riesgo de enrojecimiento o descamación es mucho menor. Sabrás que se trata de retinaldehído cuando el producto se venda como retinol de uso diurno.

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