Esto es lo que le ocurre a la piel cuando hay mucha contaminación

Tubos de escape, tabaco, chimeneas… los vapores urbanos atacan las células cutáneas, comprometiendo su capacidad para regenerarse. Es hora de encontrar el remedio.

 

Qué le ocurre a tu piel con la contaminación

Qué le ocurre a tu piel con la contaminación.

Si la piel tiene dos funciones (protección y reparación), ya te imaginas que vivir en la ciudad es uno de sus grandes desafíos, porque los malos humos urbanos atacan a ambas funciones. Según la empresa de equipos médicos LPG, <strong>contaminación </strong>y el sol se han convertido en los principales enemigos de la piel para un 65% de mujeres.la contaminación y el sol se han convertido en los principales enemigos de la piel para un 65% de mujeres. De hecho, el 80% del envejecimiento cutáneo se debe al humo del tabaco, la polución, el ozono, y los rayos UVB, UVA e infrarrojos. Al final, todos los expertos se han puesto de acuerdo: No sólo desde hace aproximadamente diez años ya hay estudios que relacionan directamente la contaminación y los rayos UV e IR con el desarrollo de enfermedades de la piel, sino que ocho de cada diez dermatólogos afirman que la contaminación puede causar problemas en la piel. Este dato lo ofrece la marca de cosmética Olay, que añade: "La función de barrera de la piel y su hidratación son algunas de las amenazas más inmediatas de la contaminación del aire sobre la piel. Cerca del 80% de los dermatólogos está de acuerdo en que la contaminación causa una gran variedad de problemas en la piel, tales como sequedad, acné y alergias". Hablamos, en este caso, de la contaminación atmosférica, algo que empieza a ser un gravísimo problema en algunas ciudades españolas, que contemplan escenario 2 cada cierto tiempo.

¿De qué hablamos cuando hablamos de contaminación?

La contaminación atmosférica proviene del tabaco, de la industria, de los tubos de escape... y uno de los contaminantes atmosféricos más nocivos para la salud, y también para la piel, son las partículas en suspensión PM 2,5. Son el agente contaminante que afecta a más personas, por encima de cualquier otro, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas partículas se componen principalmente de sulfatos, nitratos, amoníaco, cloruro de sodio, hollín de la industria y los medios de transporte y los polvos minerales de la naturaleza. Mayoritariamente producidas por la actividad humana, tienen un tamaño inferior a las 2,5 micras (hasta 20 veces más pequeñas que el tamaño de un poro). Pero no solo eso es contaminación. Según datos de la OMS, sólo el 12% de la población mundial vive en ciudades que cumplen con sus estándares de calidad del aire. El índice de calidad del aire (ICA) es un marcador general de esta calidad. Con él, se identifican los contaminantes concretos de un lugar, los posibles efectos sobre la salud humana y recomienda unas pautas para evitar la exposición a estos agentes nocivos. Este indicador tiene en cuenta los principales contaminantes de las ciudades –además de las mencionadas partículas en suspensión-, que son dióxido de azufre, ozono troposférico, dióxido de nitrógeno o dióxido de carbono.

¿Qué le pasa a la piel urbana?

La exposición prolongada y repetitiva a altos niveles de contaminación puede superar las capacidades de defensa de la piel, lo que daña y compromete su capacidad natural para desintoxicarse y regenerarse. Por otro lado, se produce una falta de oxígeno (estrés hipóxico), elemento básico para que las células puedan producir la energía que precisan para garantizar su vitalidad. ¿Y cuáles son los efectos directos de la contaminación atmosférica sobre la piel? Es un daño que se da principalmente a dos niveles: debilitamiento de la función barrera, lo cual facilita la entrada de contaminantes, y acumulación de toxinas, que provocan daño en la matriz extracelular y favorece la generación de radicales libres. "Los contaminantes presentes en el aire contribuyen a acelerar la aparición de arrugas y manchas. También causan embotamiento e incomodidad, haciendo que la piel sea más sensible y reactiva", afirma Oliver Doucet, Vice-Presidente del equipo de Investigación y Desarrollo de los laboratorios de Lancaster. En suma, una piel bajo los efectos de la polución evidencia signos de deshidratación, falta de luminosidad y arrugas prematuras. El tono es menos uniforme, aparecen manchas, se muestra rugosa y flácida, perdiendo luminosidad. Está más reactiva, es posible que presente acné o pequeños granitos, irritación y rojeces.

¿Y cómo ocurre eso? La experta en estética Miriam Yébenes, directora del Centro Maribel Yébenes en Madrid lo explica así: "La contaminación ambiental se deposita en nuestra piel generando radicales libres, sequedad, alergias y reacciones que debilitan el equilibrio natural de una piel sana. Pero no solo el humo de los coches lo provoca. Lo más dañino es esa mezcla de partículas suspendidas en el aire que tienen diferentes formas, tamaño y composición química, de las cuales las más pequeñas son las más peligrosas, ya que pueden ser absorbidas a través de los poros de la piel, los folículos pilosos o a través de la epidermis, generando radicales libres. Al provocar inflamación celular, se deteriora la funcionalidad de las proteínas y la membrana lipídica, hay mutaciones en el ADN, disminuyen el número de antioxidantes de la piel y baja el nivel de oxígeno que llega a las células. Por otro lado, están los PAHs (hidrocarbonos policíclicos aromáticos), que se unen a la superficie de las PM, enviando señales concretas que favorecen la pigmentación irregular y los signos de envejecimiento".

El mercado responde

Ante esta situación, que hasta ahora no había sido estudiada con detenimiento, las firmas de cosmética no han tardado en reaccionar. Esto se refleja en los estudios realizados por la multinacional que analiza tendencias de consumo, Euromonitor International, que en su informe "Beauty and Personal Care 2018" ya destaca este crecimiento de productos anti-polución: "El cuidado de la piel anti-edad ha mutado en rutinas con más pasos de los habituales. El estrés, la mala calidad de vida y la polución medioambiental están afectando a la piel de los consumidores a nivel mundial, provocando envejecimiento prematuro y falta de luminosidad. Como respuesta, la cosmética rejuvenecedora (que pretende detoxificar y revivir la piel sana para que brille de forma natural) ha tomado gran importancia en las rutinas del cuidado de la piel. Ya no se trata solo de limpiar e hidratar. Los nuevos pasos a incluir parten de una buena exfoliación que elimine células muertas, libere poros obstruidos y también una mayor nutrición con vitaminas añadidas y tratamientos pro-luminosidad para una piel más radiante".

¿Cómo es la mejor rutina anti-polución?

Según Myriam Yébenes, consta de cinco pasos: "Recomiendo, antes que nada, una limpieza facial triple: leche limpiadora, gel vitaminado y mousse. Usados cada noche, nos garantizan el desprendimiento de todas las sustancias nocivas que se han acumulado sobre la epidermis, además de las secreciones endógenas y el maquillaje. Por la mañana podemos limpiar el rostro utilizando solo uno de ellos, aquel que nos resulte más agradable o se adapte mejor a las necesidades de nuestra piel: leche para las pieles secas, gel para las mixtas y mousse para las grasas", aclara la experta. Por nuestra parte, añadimos que la marca Clarisonic hizo un estudio y demostró que su dispositivo elimina 30 veces más agentes contaminantes (partículas que aceleran el envejecimiento), que una limpieza manual. Toma nota.

Clarisonic Mia Fit, Clarisonic

Clarisonic Mia Fit (220 euros), pulsos sónicos para una limpieza muy profunda.

 

/ D.R

Después de la limpieza, toca nutrir: "Con el fin de aportar a los tejidos una reserva de antioxidantes, recomiendo cada mañana un sérum rico en vitamina C, ácido hialurónico, ginkgo biloba, centella asiática y vitaminas del grupo B. Estos activos luchan a nivel celular contra los radicales libres y ayudan a mantener fuerte el sistema inmune de la piel", destaca Yébenes. Por supuesto, todo esto sellado con una buena protección: "Tras el sérum, es innegociable una crema con factor de protección solar UV de amplio espectro, adaptada a nuestras necesidades particulares. Hoy día existen buenas opciones en el mercado que además incluyen activos que nos protegen también de los contaminantes urbanos y la luz azul como la Luteína o el extracto de cacao", aporta la experta.

Además de todo esto, la directora del Centro Maribel Yébenes recomienda, durante todo el día, vaporizar sobre el rostro (maquillado o no) una bruma hidratante: "Puede hacerse cada 2-3 horas. A diferencia de las aguas termales que calman y refrescan, pero pueden resecar, esta nueva categoría de productos aporta hidratación sin grasa y activos hidratantes de rápida absorción como el ácido hialurónico, la glicerina vegetal y las vitaminas". Cada noche, toca reparar. Para ayudar a la piel urbana, lo ideal es que sueros, cremas y contornos de ojos sean altamente hidratantes y nutritivos, que contengan activos reparadores y emolientes como el aceite de moringa, de probadas cualidades reparadoras y desintoxicantes de los contaminantes urbanos, así como la alantoína calmante y el extracto de hojas de olivo.

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