¿Aterrizada en tu destino de vacaciones? Apunta estos cambios en tu rutina de belleza

Los avatares veraniegos son muchos para una beauty victim.

Neceser de verano para la playa

No es lo mismo pasar ocho horas en la oficina que surcando los mares en la moto acuática.

/ URBAN OUTFITERS

Creías que tu neceser para la maleta de vacaciones quedaba listo con solo meter tus básicos de siempre pero ¡no! Basta abrir las páginas de cualquier revista para leer, en todas sus versiones, "el kit de belleza perfecto para el verano". Pero, ¿qué pasa? ¿Acaso no es perfecto el tuyo propio, que te funciona 365 días al año? Parece ser que no. Bien es sabido que cremas protectoras y perfumes ligeros son básicos cuando aprieta el calor pero los expertos en belleza insisten en que, durante el mes de agosto, cuando estás de vacaciones y pasas gran parte del día bajo el sol y en contacto con el agua, la rutina de belleza cambia bastante más que eso. El sérum, la limpiadora, los reparadores nocturnos… se impone mutar costumbres con respecto a lo que hiciste en julio, mientras esperabas ansiosa las vacaciones, y ¡atenta! porque las cosas vuelven a cambiar en septiembre, al recuperar la rutina. Todo por una piel esplendorosa. Estresante es la vida de la beauty victim, lo sé. Por ello, a nuestro auxilio corre Myriam Yébenes, directora del Instituto de Belleza y Medicina Estética Maribel Yébenes:

¿Cambia la rutina de belleza de lo que hacemos en julio con respecto a agosto?

Entendiendo que en julio trabajas y te expones poco al sol y en agosto estás full time en la playa y piscina, sí. Es importante apuntar que, te vayas en la fecha que te vayas, unos dos meses antes de irte, debes incluir en la rutina de belleza un producto de nutricosmética que mejore y refuerce la capacidad de protección endógena de la propia piel frente a los UV. Además, de junio a septiembre, los nutricionistas recomiendan reforzar la dieta con alimentos ricos en betacarotenos y licopeno, que se acumulan bajo la piel proporcionando mayor protección junto a la propia melanina, y favoreciendo un bronceado más intenso y sano. A nivel cutáneo, usar en los meses previos a la exposición sueros ricos en vitamina C pura aporta a la piel una reserva antioxidante, fortificante y limitadora de la pigmentación irregular para evitar manchas. Dicho esto, sobra decir que mientras estamos de vacaciones no nos podemos saltar la rutina básica: limpieza, hidratación y protección todos los días.

¿Qué meto en el neceser para vacaciones?

Tres limpiadoras, un sérum de vitamina C y un buen solar facial. Y me explico: Durante la temporada de exposición, conviene realizar una triple limpieza facial nocturna con leche limpiadora, gel vitaminado y mousse. Tres productos que, utilizados consecutivamente cada noche, nos garantizarán el desprendimiento de todas las sustancias nocivas que se han acumulado sobre la epidermis, además de las secreciones endógenas y los productos de protección, que pueden ser muy pesados y oclusivos. La leche limpiadora las ablanda y desprende, el gel vitaminado limpia la piel y favorece la regeneración celular, y el mousse mantiene los poros limpios y desobstruidos. Por la mañana, podemos realizar una doble limpieza del rostro utilizando solo uno de ellos, aquel que nos resulte más agradable o se adapte mejor a las necesidades de nuestra piel: leche para las pieles secas, gel para las mixtas o mousse para las grasas. Además, mantendremos el uso de un sérum antioxidante con vitamina C bajo los productos de protección facial.

A nivel corporal, ¿incluyo lo mismo que estaba usando?

Cambia la body milk convencional por un producto after sun, siempre y cuando aporte una alta hidratación. Los productos para después del sol están diseñados para aliviar y refrescar la piel con ingredientes como aloe vera o menta y pueden incluir efecto antiinflamatorio como la enoxolona. Sin embargo, si no aporta una hidratación extra a la piel necesitarás la crema corporal diaria en la rutina de cuidados.

¿Compro algún producto nuevo para mi kit de vacaciones?

Si no tienes, hazte con un exfoliante y una mascarilla que lleve hialurónico para después del sol. Es importante realizar una exfoliación dos o tres veces por semana como gesto adicional, tanto en el cuerpo como en el rostro, porque el bronceado trae consigo un engrosamiento de la capa córnea, lo cual hace que la piel se deshidrate con mayor facilidad y se vea apagada y cetrina. Además, a la piel le cuesta más eliminar las células muertas y que las más frescas, aún bronceadas, salgan a la superficie. Al contrario de la creencia común, la exfoliación no elimina el bronceado, sino que lo mantiene luminoso y sano y ayuda a que su desaparición sea más progresiva y suave. Deben ser exfoliantes mecánicos suaves con gránulos naturales de cáscaras de semillas o esferas de sílice. Solo cuando hayan pasado dos o tres semanas de las vacaciones puedes incluir de nuevo los ácidos en forma de tónico, sérum, crema o cualquiera incluido en un tratamiento en cabina.

El uso de mascarillas hidratantes ricas en ácido hialurónico, extractos botánicos y vitaminas del grupo B a diario redundará también muy positivamente en el cuidado post verano.

En cuestión de sueros y cremas… ¿qué conviene en esta etapa?

A nivel general, tanto antes como durante y después de la exposición busca productos de texturas fluidas y/o sin aceites ni mantecas, ya que estas te hacen sudar, lo que puede favorecer la proliferación bacteriana con las altas temperaturas. Busca productos –en suero, crema y mascarilla- con vitamina C, ya que su poder fotoprotector y anti-edad es muy beneficioso bajo la protección solar. Por el contrario, evita el uso de ácidos (AHA´s y BHA´s), sobre todo si no los usas el resto del año. Busca productos reparadores y calmantes ricos en extractos y aceites botánicos como la moringa, la centella asiática, el Ginkgo Biloba, el bisabolol, etc.

¿Hay algo que debería sacar del neceser de vacaciones?

Sí, tanto durante las vacaciones como después de la exposición solar debes evitar todos los productos con alcohol y/o perfumados y con muchos aceites esenciales ya que son grandes reactivos con la radiación UV.

Para el sol no sirven los filtros solares urbanos. ¿Nos explicas esto?

Efectivamente, las protecciones solares que utilizamos en la ciudad a diario no son las mismas que en vacaciones en la playa. Mientras las primeras ofrecen una protección adecuada y ligera para llevar durante todo el día bajo el maquillaje, las diseñadas para tomar el sol tienen galvánicas más densas, cubrientes y resistentes al agua. Tampoco se debe confiar en las aguas con SPF para playa y piscina, ya que en su mayoría solo ofrecen protección UVB. Es básico que tus cremas solares sean siempre con protección muy alta de amplio espectro.

Del kit de vacaciones, ¿incorporo algo a la rutina de septiembre?

Sí: mantén el uso de after sun a diario, aplica crema hidrante todos los días y, una o dos veces por semana, tras la exfoliación mecánica, aplica una mascarilla en el rostro y en el cuerpo. Si fuera necesario, aumenta la frecuencia para paliar el efecto de las agresiones del verano en el nivel de hidratación de la piel. Sigue realizando la triple limpieza nocturna cada noche, ya que la piel necesita de varias semanas para purgarse totalmente de los envites y aplicaciones repetidas de SPF. Y no dejes de usar productos altamente antioxidantes ricos en vitaminas A, C, E y B5.

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