El mito inmortal de los alimentos que blanquean los dientes

Blanca Padilla dientes blancos
Blanca Padilla dientes blancos

Si quieres tener una dentadura respladeciente puede enjuagarse la boca con vinagre de manzana o frotarse con apio o comer mucha fresa o dejar definitivamente el café. Esto y otras muchas cosas forman parte de un sólido cuerpo de leyendas urbanas al que los expertos no dan mucho crédito, pues la mayoría de ellos sostiene que no existen alimentos blanqueantes pues no hay estudios científicos que avalen su uso para aclarar el tono de la dentadura.

Apio, zanahoria y manzana: No blanquean, solo limpian y no del todo

Aunque es cierto que nuestra dentadura agradece masticar estos alimentos duros su poder blanqueante y detergente no está probado. Al ser alimentos que deben masticarse mucho pueden eliminar en alguna medida la placa bacteriana de la superficie de los dientes. Por eso es cierto que limpian aunque en ningún caso sustituyen a un buen cepillado.

Fresas

No aportan nada al color de la dentadura. Su fama blanqueante viene de su riqueza en ácido málico, un compuesto que también se encuentra en la manzana y que estimula la producción de saliva y puede reducir las bacterias de la boca, pero no tienen efecto decolorante. También hay mucha literatura acerca de un ungüento mágico de fresas y bicarbonato que puede usarse en lugar del dentífrico. Sin embargo esta mezcla resulta abrasiva y si blanquea la dentadura lo hace a expensas de dañar su superficie y su esmalte en un proceso que será irreversible.

Cítricos

La vitamina C presente en la mayoría de estos frutos es antioxidante y tiene un efecto antibacteriano, es beneficiosa para la salud de las encías pero no tiene ningún poder blanqueador. De hecho no es recomendable comer con frecuencia cítricos a mordiscos, por el riesgo de erosión, sobre todo en los dientes de alante.

Vinagre de manzana

La mezcla de vinagre de manzana y agua usada como enjuague bucal no tiene ningún efecto sobre el color de la dentadura a no ser que su uso continuado provoque un desgaste del esmalte producido por el ácido acético del vinagre.

La mala noticia es que otros alimentos sí suelen oscurecer el color de sus dientes. Por ejemplo, el café, el té, el vino tinto, el chocolate, las salsas muy coloreadas (tomate, kétchup, curri) o los colorantes como el azafrán.

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