Y esto fue lo que pasó cuando empecé a ejercitar los músculos de mi cara

El nuevo fitness es para los músculos de la cara. Los que lo han practicado asegura que realmente funciona. Veamos el testimonio de una adicta al fitness facial.

Las primeras facialistas
Las primeras facialistas / Fotografía: Florian Sommet/ Trunkarchive.com

Lo primero que hizo fue apuntarse a un estudio de fitness facial en Nueva York para tonificar los músculos de su cara y recuperar el contorno facial. Lo hizo con muchas dudas: ¿Tendría agujetas el día después? ¿Sudaría durante la sesión? ¿Realmente vería cambios visibles en su cara?

Tumbada de espaladas sobre una camilla y con un fondo de música zen se sometió con los ojos cerrados a la primera sesión que incluía aceites y aromaterapia para conseguir un estado de relajación.

Y así comenzaron los masajes de Rachel, la masajista que gradualmente iba aumentando la presión y centralizaba sus movimientos en la zona del cuello, la papada y la zona baja del cuero cabelludo. Toda la zona estaba muy tensa, comentó la masajista. Nuestra conejilla de Indias tenía un trabajo de oficina, de esos que exigen muchas horas de ordenador.

Le comentó a la masajista que el surco que tenía en la frente la preocupaba y que estaba ahí desde que ella tenía 20 años, la respuesta de la masajista fue que si conseguía con los masajes incrementar la circulación sanguínea en esa zona probablemente la arruga se atenuaría considerablemente, y empezó una serie de masajes y movimientos circulares en el área de la frente. Los siguientes movimientos estuvieron enfocados en intentar elevar sus cejas presionando con los dedos entre ellas.

Otro ejercicio consistía en sonreír exageradamente de manera que muchos músculos de la cara, todos los posibles se vieran involucrados en una sonrisa. El siguiente consistía en poner los ojos bizcos durante cinco segundos cada vez. Una de las primeras cosas que advierte nuestra cobaya es que es difícil no sentirse ridículo en medio de estas sesiones de fitness facial, y asegura que si continúa es solo porque le parecen eficaces. Algunos ejercicios eran difíciles, incluso dolorosos, la masajista/terapeuta llevaba el conteo de las repeticiones como si se tratara de un entrenador personal del gimnasio. En un punto del entrenamiento nuestra cobaya ya sabía que tendría agujetas al día siguiente.

El entrenamiento estuvo seguido de un masaje relajante y deliciosos, estiramiento y enfriamiento como cualquier otra rutina deportiva. Aunque la sesión fue agradable, ella reconoce que ni hubiera podido soportar más de 20 minutos de fitness facial a razón de 60 euros la sesión. Los en su vida no tenía los surcos recorriendo su frente de lado a lado, la piel lucía brillante y despierta. Era otra. Reconoce que no puede asegurar cuánto tiempo van a durar los efectos del fitness facial, y que ha tenido pocas sesiones, pero de momento el brillo se mantiene. Ella ha decidido seguir con la rutina de ejercicios en casa, tal y como le aconsejó Rachel, la masajista. Por eso cada noche pone manos a la obra y masajea los músculos de su cara.

Estas rutinas deben completarse con su habitual entrenamiento de cardio y una dieta saludable. Diez días después ella no podría asegurar si su cara luce diferente pero ella sí se siente diferente, y siente su cara firma y más fuerte. “Si es ese mi objetivo con mi entrenamiento corporal por qué no intentarlo con los músculos de la cara. Como cualquier otra rutina de fitness esta la ha ayudado a sentirse más confiada y a gusto con ella misma. Una buena razón para probar un poco más del nuevo fitness.

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