¿Cómo saber cuándo cambiar de crema? Muy atenta a estas señales que te manda tu piel

¿Es tu crema facial realmente adecuada para tu piel? Si no estás segura, echa un vistazo a estas cinco señales que podría estar mandándote tu cuerpo.

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Esencial para la salud y belleza de la piel piel, la crema facial es un producto imprescindible que debe aplicarse cada mañana y cada noche sin excepción. Y es que, la hidratación es el primer gesto antiarrugas, y todos los tipos de piel, hasta las más grasas, tienen que utilizar este producto a diario. Sin embargo, es muy importante que elijamos bien, y la crema que utilicemos sea la adecuada para nosotras y cumpla su función, pues de lo contrario pueden aparecer algunos problemas cutáneos como brillos, irritación, granos, etc.

¿Y cómo saber cuándo tenemos que cambiar de crema porque no nos está funcionando la que tenemos? Fíjate en estas señales inequívocas que nos manda la piel.

Tu piel sigue estando seca

¿Sientes la piel tirante e incómoda a pesar de aplicar diariamente tu crema hidratante? Esto es una señal de que tu producto de cuidado facial no es lo suficientemente hidratante, o necesitas una crema más rica que restaure la película hidrolipídica de tu piel, y la hidrate para que pueda retener mejor la humedad. Prueba primero con una crema ultrahidratante y, si no es suficiente, opta por una crema hidratante y nutritiva.

Tu piel es más grasa que antes

Si a pesar de no tener la piel mixta o grasa, notas que te salen brillos, puede deberse al uso de un producto de cuidado facial demasiado hidratante para tu piel. Esto acaba desequilibrando tu epidermis, que tiene que lidiar con un exceso de grasa provocado por la acumulación de sebo y la acción nutritiva de tu crema. A la larga, esto podría obstruir los poros y causarte puntos negros y granitos. Cambia tu crema facial actual por una crema puramente hidratante que contenga, por ejemplo, ácido hialurónico, aloe vera o glicerina vegetal.

Tu crema no penetra bien

¿Una vez aplicada, la crema tarda en ser absorbida por la piel? ¿Se queda en la superficie y deja marcas blancas? Esto se debe a que la textura de tu crema no es la adecuada para tu tipo de piel. Ligera y fluida, densa y untuosa, gelatinosa o tipo bálsamo: no todas las texturas son adecuadas para todos los tipos de piel. Si tu piel es seca o sensible opta por texturas ricas y envolventes, y si es mixta o grasa, elige cremas más ligeras y fluidas.

Irritación, enrojecimiento, manchas: tu piel reacciona

La forma más fácil y eficaz de saber si una crema es adecuada para ti es observar si hay alguna reacción en la piel después de aplicar el producto. Si notas un enrojecimiento anormal, hormigueo o tirantez en la piel, puede tratarse de una alergia a uno de los ingredientes de la crema. Otro síntoma que podrías notar es que tu crema no cumpla su función de protegerte de las agresiones externas (frío, viento, etc.) y tu piel se resienta. Por último, si tu piel ha empezado a llenarse de imperfecciones, es posible que la culpa la tenga tu crema, ya que una hidratante adecuada no hace que nos salgan granitos. En todos los casos, debes cambiar el producto de cuidado facial que estés utilizando.

No ves ninguna diferencia desde que empezaste a usarla

Esto es una señal de que tu crema no está haciendo su trabajo correctamente y, por lo tanto, no te está funcionando. ¿Tus arrugas son cada vez más profundas a pesar de usar crema antiarrugas? ¿Tus manchas no se difuminan con el paso de las semanas a pesar de aplicar una crema específica? Si esto ocurre prueba a cambiar a una crema que contenga otros ingredientes activos diferentes, pero que tengan el mismo efecto en la piel, y observa si tu cara reacciona mejor a ellos.

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