Los tratamientos de cejas que mejor sientan; de Beatriz Luengo a Antonela Roccuzzo

Durante años no se les prestó la atención que merecían pero como el tiempo aprendimos que las cejas resultan clave para potenciar nuestra belleza natural ya que, además de enmarcar nuestra mirada, son capaces de iluminar la zona del párpado. Además, nos dimos cuenta de que ellas también entienden de modas y también son capaces de transformarse en función de la estética que predomine volviéndose más o menos definidas.

Esta temporada, por ejemplo, destacan como tendencias las cejas finas inspiradas en las modelos más icónicas de los años 90, las decoloradas, las laminadas que potencian la estructura y las cejas naturales y salvajes. Pero eso no significa que haya que sumarse a este dictado. Lo más importante para conseguir un buen resultado es adaptar estos estilos a nuestra cara y no al revés y, para ello, nada como ponerse en manos de los profesionales. Ellos son quienes mejor pueden aconsejarnos no solo qué es lo que más le conviene a nuestras cejas sino también cuáles son los mejores tratamientos para presumir de ellas.

El microblanding es uno de los tratamientos de cejas más comunes. A él es al que dicen se ha sometido Antonela Rocuzzo en los últimos tiempos para transformar su mirada. Se trata de una técnica semipermanente que ofrece la solución ideal para aquellas cejas despobladas o con calvas. Está especialmente indicado para quienes hayan sufrido la pérdida de vello pero también para quien desee subir o añadir un final más alto en la ceja ya que esta se rellena pelo a pelo y se logra más volumen.

Se suele aplicar color para oscurecer los vellos más cortos y claros y así ganar densidad y lus resultados son mucho más naturales y precisos por lo que, aunque la micropigmentación es más duradera, son cada vez más las personas que optan por esta alternativa que cambia por completo la zona de los ojos ya que la define a la perfección.

Otra alternativa aún menos invasiva es hacer como Cristina Pedroche quien, cada cierto tiempo, se somete a un tratamiento llamado Brow up, también conocido como laminado. Consiste en aplicar una loción alisadora y fijadora sobre las cejas para estirar por completo el vello y crear un efecto de gel fijador, de manera que se puedan peinar fácilmente hacia una dirección y logren un aspecto mucho más tupido. Un tratamiento semipermanente que no duele y que permite utilizar también tinte para potenciar aún más el grosor y la densidad.

Para lograr unas cejas perfectamente definidas como las de Beatriz Luengo existe también el micrograyling. Este método es permanente y lo que hace en realidad es combinar las técnicas mencionadas anteriormente.

Para empezar, se oscurece un poco el tono original de forma muy natural gracias al microshading. Después, se realiza una especie de microblading, aunque utilizando diferentes tonos de pigmento, para así acabar con un resultado menos artificial pero sí mayor relieve y profundidad de la mirada; y termina peinando la ceja en dirección ascendente para ganar anchura.