¿Tienes manchas blancas en la piel? El otro efecto del sol y la edad
La aparición de manchas blancas en la piel (hipomelanosis en gotas) es algo bastante frecuente. Más evidentes en verano, por contraste con el bronceado, son una señal de envejecimiento y de una sobreexposición solar. Te contamos qué son y qué hacer si aparecen
Su nombre oficial: hipomelanosis guttata o hipomelanosis en gotas. Para el resto de los mortales son unas pequeñas manchas blancas, circulares y poco más grandes que las pecas, que parecen surgir, sin previo aviso, en verano. Piernas, manos y brazos son su zona de confort. También el escote. “Es una alteración de la piel relativamente frecuente. Se caracteriza por la aparición de pequeñas manchitas de color blanquecino y forma circular o redondeada que se aprecian especialmente en verano o al final de la estación por el contraste que supone que el resto de la piel circundante esté más morena”, comenta la doctora Rosa del Rio, dermatóloga responsable de la Unidad de Estética Facial del Grupo Pedro Jaén. Y aunque para los profanos las manchas son marrones, y punto; en realidad las alteraciones pigmentarias se mueven en un rango cromático más amplio que va del gris al rojo, pasando por tonos amarillentos, violáceas (en la zona de la ojera, por ejemplo) y sí, también, blanco. Y por paradójico, el sol también está detrás de esta falta de pigmentación que es la hipomelanosis en gotas. La mayoría de las veces pensamos que la exposición solar activa y acelera la producción de melanina, dando lugar al bronceado y colateralmente también la aparición de manchas marrones. Sin embargo, la exposición al sol también puede hacer que la piel deje de producir melanina. Al final, la exposición solar nunca le sale gratis a la piel y, en este caso también, la edad suele ser un agravante. A diferencia del melasma, más común en las mujeres y relacionado con los bailes hormonales, la hipomelanosis en gotas no entiende de sexos.
Las causas. Como explica la doctora del Río, las manchas blancas son producto del agotamientos que han estado expuestos a un exceso de radiación solar a lo largo de los años. De hecho, esta hipomelanosis afecta aproximadamente a la mitad de la población mayor de 40 años y al 80% de los mayores de 70. “El daño solar continuado hace que las células encargadas de segregar el pigmento natural que da color a nuestra piel (los melanocitos) desaparezcan o dejen de funcionar correctamente y produzcan melanina de manera desigual, produciéndose así alteraciones de la pigmentación como las manchas solares o la hipomelanosis en gotas”.
¿Se pueden prevenir? Los fototipos claros y las personas de edad avanzada son más propensas a desarrollar hipomelanosis en gotas, aunque como mantiene la especialista parece haber también una predisposición genética. En cualquier caso, puesto que el sol y la edad están en el origen de esta alteración pigmentaria, la mejor forma de prevenir estas discromías es evitar el daño solar con una fotoprotección adecuada desde la infancia, una rutina que, además, recomienda la dermatóloga, “se debe completar con antioxidantes para combatir el fotoenvejecimiento y una buena hidratación para mantener la barrera cutánea en perfecto estado”. Fácil, pero poco realista.
¿Tiene solución? La buena noticia es que este tipo de discromía es inofensiva y no tiene síntomas molestos. No produce picor, dolor, ni irritación; solo afecta a la apariencia de la piel. Sin embargo, una vez que aparece no es fácil revertir la situación. No obstante, si hemos llegado tarde con la prevención, aun hay un resquicio que nos permite pasar a la acción en caso de que resulten incómodas desde un punto de vista estético. En este caso, señala la doctora del Río, se pueden tratar combinando láser ablativo y exposición controlada a luz ultravioleta. “El objetivo de este procedimiento es estimular los melanocitos para que vuelvan a producir melanina y repigmenten las zonas blancas”. Asimismo, refiere, hay tratamiento médico con retinoides, inhibidores de la calcineurina o corticoides, pero la combinación de láser y luz ultravioleta es la que mejores resultados suele ofrecer en la mayoría de los pacientes. No obstante, en función de cada caso habrá que escoger unas opciones u otras.
En brazos y piernas. Este tipo de manchas blancas parecen tener especial querencia por debutar en las extremidades así como en el escote. Probablemente porque, como señala la dermatóloga, suelen ser zonas fotoexpuestas. Pero además, tendemos a descuidar con más frecuencia estas áreas a la hora de aplicar el fotoprotector. “Nos dejamos zonas sin crema, no la reaplicamos, no extendemos suficiente producto…”.
¿Podemos aplicar autobronceador para disimularlas? Los autobronceadores no estimulan la producción de melanina, sino que tiñen las células muertas que se encuentran en la superficie de la piel gracias al mecanismo de oxidación que induce la dihidroxiacetona (DHA) que contienen. “De esta forma, estos productos pueden atenuar o disimular un poco las zonas no pigmentadas. No obstante, es probable que sigan siendo apreciables porque el autobronceador colorea toda la piel sobre la que se aplica sin diferenciar la tonalidad que tengan de base”.
No todas las manchas blancas son guttata. Aunque la hipomelanosis en gotas sea la alteración pigmentaria blanquecina más común, no significa que sea el único diagnóstico con esta discromía. Hay manchas blancas, similares, que pueden ser síntoma de afecciones cutáneas. “Esta alteración puede confundirse a simple vista con vitíligo, hongos, pitiriasis alba, pitiriasis liquenoide… pero un dermatólogo puede diferenciar estas entidades casi siempre con la mera exploración en consulta”, explica la doctora del Río.
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