Estos son los (posibles) errores que cometes en el cuidado de tu piel, según una experta

Nos lo cuenta la farmacéutica Belén Acero.

María Fernández Rubíes
María Fernández Rubíes / @mariafrubies

Cuando nos ponemos a jugar a los especialistas en clave de belleza, lo normal es que no demos con la tecla. Sobre todo, cuando se trata de una piel sensible o utópica. Por ello, es de vital importancia asesorarse a la hora de elegir un tratamiento adecuado para cuidar y nutrir tu rostro.

Por normal general, hay un porcentaje elevado de mujeres que no acuden de primeras a un centro de belleza sino que prueban suerte indagando por las redes sociales o investigando sobre los productos, que día tras día las influencers recomiendan en sus perfiles. Y claro, no siempre funciona porque ni todas las pieles son iguales, ni necesitan los mismos cuidados.

La película 'Rubia'

Fotograma de Ana de Armas en la película, 'Rubia', donde interpreta a Marilyn Monroe.

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Por ello, te contamos -de la mano de la farmacéutica Belén Acero, especialista en dermocosmética y nutrición- cuáles son los errores más comunes a la hora de cuidar nuestra piel:

1. Escoger un producto que no sea adecuado para tu tipo de piel

No todos los cosméticos funcionan en todas las pieles. Conocer nuestra piel y sus necesidades es esencial para escoger los productos adecuados.

2. Falta de constancia

La falta de tiempo, la dejadez o la pereza son las causas principales de la falta de constancia en las rutinas faciales. No se trata de sumar productos, sino de escoger menos y que sean más eficaces en nuestro tipo de piel para ver los resultados a largo plazo. Debes tener paciencia, tu piel te lo agradecerá.

3. Querer usar todo tipo de activos y mezclar los que están prohibidos

Si algo está prohibido en cosmética es mezclar ciertos activos como el retinol y la vitamina C o los AHA y BHA. Aunque el retinol, el ácido glicólico o la niacinamida son activos fantásticos para la piel, quizás la tuya no los necesite. Las rutinas personalizadas son las más eficaces. Utiliza solo lo que necesite tu piel.

4. Saltarse la limpieza facial o no hacerla correctamente

Toda rutina de belleza debe comenzar con una buena higiene facial. De hecho, es el paso más importante. Hay que limpiar la cara a diario, mañana y noche, con productos adecuados y preferiblemente usando una toalla exclusivamente para ella.

5. No hidratarse lo suficiente

Las pieles grasas o mixtas y con tendencia al acné, consideran que su piel, al tener una producción excesiva de sebo, no necesitan tanta hidratación. Esto es un error porque precisamente conseguiremos el efecto contrario. La piel necesitará más hidratación y producirá más para solventar esa falta de agua. La clave está en elegir una crema hidratanteadecuada para cada tipo de piel.

6. Aplicar una cantidad excesiva de producto y sobresaturamos la piel

Más conocido como overbooking cosmético, la efectividad y los beneficios de los cosméticos no se multiplican si aplicamos más cantidad. De hecho, todo lo contrario, podemos saturar la piel y que aparezca acné cosmético.

7. Abusar de los exfoliantes o no realizarse ninguno

Los extremos nunca son buenos. Hacer una exfoliación una o dos veces por semana, dependiendo de tu tipo de piel, marcará un antes y un después en la salud general de la piel. Los poros se mantendrán limpios, además de favorecer la renovación celular.

8. No utilizar protección solar de amplio espectro todo el año

En realidad, hay que utilizar protección solar a diario, independientemente de la época estacional en la que nos encontremos. De hecho, la crema solar es el arma más poderosa contra el envejecimiento prematuro, la prevención de manchas y la salud de la piel. Recuerda utilizar una crema que proteja también de la luz azul de las pantallas.

9. No seguir el orden adecuado de los productos

En cosmética, el orden de los factores sí altera el resultado. Los productos han de aplicarse en el orden correcto. ¿De qué sirve aplicarte una crema hidratante si no has limpiado la piel? Si haces una doble limpieza, primero el limpiador oleoso y después el acuoso. Después iría el tónico (si usas), el contorno de ojos, el sérum, la crema hidratante, la protección solar y el maquillaje.

10. Olvidarse del cuello y el escote

Estas zonas son las grandes olvidadas, lo que provoca que puedan envejecer antes que el rostro ya que la piel es más frágil y delgada. El cuello suele sufrir arrugas y flacidez y el escote, sobre todo, manchas por el sol.

Después de descubrir cómo realizar correctamente tu rutina de belleza diaria, he aquí cinco productos para llevarla a cabo:

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