San Valentín: cosmética para enamoradas

Desde que el culto al cuerpo se ha convertido en prioritario en la vida de las mujeres, el cuidado de la belleza ocupa más tiempo en su rutina diaria. Tratarse la piel, sobre todo la del rostro, -al ser la más expuesta-, es muy importante para la prevención del envejecimiento, las manchas e incluso enfermedades como el melanoma (cáncer de piel).

Pero independientemente de estos factores de riesgo, los expertos aconsejan mimarse el rostro dos veces al día, por las mañanas, al levantarse, y por las noches. Y en caso de saltarse una de las rutinas, debe ser la de la mañana, ya que la piel, al relajarse, se recupera y oxigena en el momento del descanso. Las noches se convierten, por tanto, en intocables.

“Es frecuente pensar que, hasta que no observamos problemas en la piel (arrugas, acné...), no necesitamos cuidarla con

productos específicos pero la realidad es bien distinta: nuestra piel requiere cuidados desde el nacimiento adaptados a cada etapa y situación particular”, según la dermatóloga Natalia Jiménez -colaboradora de la marca Neutrógena-.

Las rutinas pueden incluir más o menos cosméticos según las necesidades, el tiempo y los gustos de cada uno. Pero, hay básicos por los que los expertos apuestan claramente para cada tramo de edad. Aspectos claves a la hora de (re) invertir en nuevos cosméticos, no vale todo.

Y es que, un habitual en nosotras es aplicarse lo primero que pillamos. Entendiendo ‘lo primero que pillamos’ como ese momento en el que nos echamos cualquier producto sin pensar si es adecuado para nuestra piel. Por eso, es importante ponerse en manos de un especialista antes de adquirir nuevos cosméticos. 

Y, ¿por qué no aprovechar el 14 de febrero para mimarte y (auto)regalarte felicidad en clave de belleza? Más allá de los clásicos tratamientos de cabina, es una 'ideaza' invertir en productos para cuidar la piel de la cara y del cuerpo. Para ello, hemos pensado en seis cosméticos (hidratantes, aceites, sérums o contornos de ojos, entre otros) para dar la bienvenida a la jugosidad y la naturalidad, donde tu piel puede respirar, protegerse y regenerarse a partes iguales. Porque existe algo mejor que invertir en ti, en este caso en tu piel. ¡No!