El desfile de Oscar de la Renta ha confirmado lo que Penélope Cruz nos adelantó en los Premios Oscar y los Goya: el peinado de pelo largo y liso con raya en medio es tendencia

¿Para qué complicarnos si podemos llevar la melena al natural?

Penélope Cruz con el pelo suelto liso y con raya al medio

Penélope Cruz con el pelo suelto liso y con raya al medio.

/ Gtres

El minimalismo se ha abierto camino en la moda esta temporada pero también en el mundo de la belleza. Por mucho que nos guste innovar con nuestro pelo siempre que tenemos ocasión con elaborados y pulidos recogidos, este 2020 no nos queda más remedio que rendirnos ante la naturalidad y, por ende, a la comodidad.

Lo único que necesitas para ir a la última es algo tan simple como hacerte la raya en medio. Desde luego si tienes el pelo liso no hay peinado más sencillo, pero tampoco más efectivo porque favorece a todo aquel que lo lleva.

En el caso de que tu melena requiera plantarle cara al encrespamiento para verse completamente lisa, la plancha o el secador pueden ayudarte a vencerlo pero sin que eso signifique una alta dosis de cuidados. El objetivo es conseguir un cabello que encuentre el equilibrio entre estar perfectamente recto pero sin perder por ello el efecto de naturalidad.

Stella del Carmen en los Oscar

Stella del Carmen en los Oscar.

/ Jordan Strauss

Una tendencia que ha quedado confirmada también sobre la pasarela gracias a la firma Oscar de la Renta que ha querido que sea este beauty look y no otro el que luzcan cada una de las modelos que han desfilado con su colección para el próximo otoño-invierno en el marco de la Semana de la Moda de París.

La de la marca del desaparecido creador dominicano ha sido una apuesta que añade una cuestión más, que es la de dejar el rostro completamente despejado al pasar el pelo por detrás de las orejas para potenciar de este modo el maquillaje elegido para la ocasión.

Por supuesto la premisa en cualquier caso pasa por lograr que el cabello se vea lo más brillante y suave posible aunque, recordamos, sin que por ello parezca artificial. De hecho, es imprescindible para ello controlar el flequillo - si lo hay- y posibles remolinos o mechones rebeldes que entorpezcan el desenlace.

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