Después de ver a Maggie Civantos y Leticia Dolera con sus nuevos looks, tú también querrás ser pelirroja

Pese a que el término balayage hace ya años que forma parte de nuestro vocabulario 'beauty', ya te contamos este verano que el concepto se reinventaba para sorprender con su versión cobriza y llenar tu melena de reflejos cálidos con los que dar mayor luminosidad no solo a tu pelo, sino también a tu rostro. Y es que, si Gigi Hadid fue la primera en optar por esta coloración con motivo de su vuelta a las pasarelas, anoche vimos como dos de nuestras actrices más buscadas de los últimos tiempos sorprendían en la alfombra roja de los premios fotogramas con sus melenas cobrizas llenas de luz.

Ambas actrices acapararon todos los flashes, y no solo por su nuevo color de pelo, sino por la forma en la que sus balayage acentuaban sus melenas con mechas más claras, zonas de luz que creaban profundidad y ofrecían un resultado natural a pesar de tratarse de un cambio bastante importante en el tono al que nos tenían acostumbradas últimamente.

Si llevas tiempo pensando en probar algo nuevo en tu cabello pero no te decidías por nada en concreto, seguro que ahora tienes muchas ganas de pasarte al bando de las pelirrojas, ya que ambas han demostrado que se trata de un tono súper favorecedor.

Sin embargo, antes de lanzarte de cabeza, has de saber unas cuantas cosas, para que puedas tomar la decisión teniendo toda la información en tu mano. Los tonos cobre suelen ser pigmentos frágiles, por lo que es más probable que desaparezcan con los lavados antes que otros tonos, así que si quieres mantener su intensidad como el primer día lo mejor es retocarlas cada 7 u 8 semanas y que tu peluquero valore según tu tipo de pelo si necesitas algún otro cuidado específico o no.

Es una coloración perfecta sea cual sea tu tono de base, ya que tanto rubias como morenas pueden probar por estos tonos cobrizos sin que suponga un cambio agresivo para el pelo, pero has de tener en cuenta que se trata de un tinte que necesita un retoque bastante frecuente, por lo que tendrás que pasar por las manos de tu peluquero o peluquera aproximadamente cada dos meses.

Por otra parte, no está nada mal retocar no solo el color, sino el corte cada cierto tiempo, por lo que este 'inconveniente' también tiene su parte positiva, que es la de obligarte a dedicarte una tarde para ti en tu salón de confianza.