Vicky Martín Berrocal: "Los sueños si se gritan, se cumplen"

Si tuviésemos que definir a Vicky Martín Berrocal, seguramente coincidiríamos en varios adjetivos. Ella es fuerte, con personalidad y sin miedo a nada. Tras conocerla en persona, añadimos el término magnética, pues basta un par de frases para que te atrape en la conversación.

Esta emprendedora nata se lanza ahora al complicado mundo de las fragancias. Y no solo con uno, sino con dos perfumes que llevan su alma impresa en cada nota. "Siempre ha sido un gran sueño, a mis referentes en la moda les acompaña un perfume. Era soñar muy alto, pero los sueños cuando se gritan, se cumplen", afirma feliz la diseñadora.

"Hace un año llegó el momento, me reuní con Nuvaria y tuve claro que quería hacer este proyecto con ellos porque respiran verdad e inconformismo, querían luchar por algo bueno, exquisito… Iban a poner energía y quise ligarme a ellos", comenta Vicky. El duro, aunque divertido, proceso de creación dio lugar a dos fragancias: Alba y Eterna. "Comenzaron con un juego de pósits en los que escribían cómo me veían a mi, lo que transmitía mi persona, y salieron dos Vickys. Una era emprendedora, empresaria, madre, con energía y vitalidad. Luego salió otra que se definía por su carácter, personalidad, su sensualidad y rotundidad. Fue imposible renunciar a una de las dos, porque ambas forman parte de mi".

Eso sí, pese a que ambos han conseguido transmitir la esencia de Vicky Martín Berrocal, tienen diferencias evidentes al olerlos: "Alba es floral, fresco, tiene salidas de melocotón y casis, y notas de jazmín y sándalo. Tenía que llamarse como mi hija, como el primer rayo de luz del día. Eterna, en cambio, recuerda a la noche, lleva vainilla, hojas de tabaco, jazmín y cacao. Resulta una combinación muy personal".

La pregunta era inevitable, pues con dos versiones de una misma persona, ¿con cuál se definía ella? Vicky admite que su fuerte personalidad llega a tapar su imagen enérgica y emprendedora. "He estado usando Eterna durante mes y medio sin decir que llevaba mi propio perfume, cuando llegaba a una comida o una reunión, solían decirme: “¿Qué perfume es ese? Es muy tú”. Y el muy tú me dio a entender que algo habíamos hecho bien".

No solo lo confirmamos, sino que estas fragancias transmiten todo lo que una mujer querría transmitir, la fuerza de ser imparables.