La guía definitiva para pintarse las piernas (sin churretes)
Cómo y con qué se consigue el mejor efecto medias que se pueda borrar en la ducha.
Aunque siga haciendo frío, hay que ir haciéndose a la idea: se avecina el cambio de armario y, con él, las medias vuelven al altillo. Piernas al aire, entra en escena el blanco nuclear de las piernas para conformidad de unas y desesperación de otras, que todavía no se dan por vencidas en la búsqueda de un bronceado instantáneo. Con el sol, ya sabemos, hay que tener cuidado. Y ser paciente. No se puede obtener el tono que nos gusta en dos tardes tiradas en un parque. Lo mejor es echar mano de la cosmética corporal para llegar a los primeros vestidos con cierto tono bronceado. Ahora bien, ¿qué aporta un maquillaje corporal? Para empezar, lo más buscado: un atractivo color a la piel; estiliza y embellece piernas, brazos y escote. Además, cubre y disimula de forma homogénea arañas vasculares, manchas, cicatrices e imperfecciones cutáneas. Lo mejor de estas cremas de color es que se aclaran fácilmente con agua y jabón, evitando el efecto mancha que a veces ocurre con el autobronceador. No hay que esperar a que el color "suba", sino que tú misma vas viendo el tono que va adquiriendo tu piel.
TODA PRECAUCIÓN ES POCA
Recuerda que, al pintar las piernas, buscamos el "efecto medias", no el torrado marbellí. Lo más importante es tener clara una idea: no estás aplicando una simple crema corporal, estás maquillándote las piernas. Es decir, no lo hagas a lo loco y sin mirar. Aplícate y verás cómo con poco esfuerzo consigues unos magníficos resultados. Para empezar, el protocolo anti-churrete comienza con una buena exfoliación porque retirar células muertas y posibles parches secos hace que el tono quede uniforme. El momento ideal para exfoliar es la noche antes, sin olvidarse de hidratar bien después. En el día "D", tras la ducha y antes de aplicar la crema con color, no está de más insistir un poco en la hidratación con una crema ligera, de spray por ejemplo.
PASO A PASO
Un buen truco para que el tono quede bonito y sin churretes es ayudarte de una esponja de maquillaje en forma de huevo (cuanto más grande, mejor, o acabarás con tu paciencia) e ir haciendo pasadas cortas, poco a poco. Si eches demasiada cantidad de golpe te costará extenderla y el churrete estará asegurado. Una vez aplicada, deja que se seque antes de vestirte. Quizá un golpe de polvos transparentes con brocha grande de pelo suelto sea la guinda para un acabado perfecto.
Síguele la pista
Lo último