Miradas exageradas y piel mate, los detalles del maquillaje del desfile Chanel Metiers d'Art

El desfile Metiers d'Art de Chanel es una de esas citas marcadas en rojo en el calendario por los amantes de la moda que, en un año tan atípico como este, ha sido más necesaria que nunca para hacernos soñar. Y más si tenemos en cuenta que su planteamiento ha sido aún más sorprendente que parecía sacado de un cuento de hadas: un vestidor repleto de artesanía y lujo, un castillo renacentista de Francia y una sola invitada.

El resultado ha sido una colección que homenajea una vez más el gran trabajo de todos los artesanos que trabajan desde hace años para Chanel con una colección de prêt-à-porter en la que el blanco y, sobre todo el negro, han sido los protagonistas. Y decimos que sobre todo el negro porque ese ha sido el tono que ha marcado también el maquillaje que ha acompañado cada una de las piezas que se han visto en la pasarela desplegada en el exquisito Chäteau des Dames del valle del Loira.

Una apuesta dramática espectacular con la que darle a la mirada todo el poder que merece en el rostro, más en estos tiempos en los que es más importante que nunca.

"La colección encarna el espíritu renacentista. Es una interpretación muy moderna de mujeres fuertes que poseen su poder", ha explicado Lucia Pica, directora creativa del maquillaje de la maison francesa, con respecto a su gran trabajo en el famoso desfile. Un trabajo que destacaba sobre todo por ser especialmente fuerte, exagerando los ojos en una forma más grande y ancha.

"La mirada enfatiza el negro y el mate en los ojos con labios claros y brillantes y una piel mate borrosa", cuenta la maestra, quien ha dejado claro que la temporada que viene son los delineados gráficos de trazo grueso los que cobran especial presencia gracias al uso de las sombras de ojos Les 4 ombres en el tono 334, la máscara Le Volumen Revolution en tono negro y el lápiz Stylo Yeux Waterproof en el tono 88 Noir.

Como contrapunto a estos trabajados ahumados, la piel queda casi desnuda pero se trabaja en mate, dejando que el brillo aparezca tan solo en la boca para cobrar volumen y jugosidad.