Estás cometiendo este error con la máscara de pestañas y por eso no consigues ese efecto pestañas postizas que siempre has deseado

Nos pasa a todas, eh. 

Penélope Cruz, todo al rosa

Penélope Cruz, todo al rosa.

/ Gtres

Como si fuera un acto reflejo, después de meter y sacar varias veces el gupillón del rímel, nos lo aplicamos. ERROR. Este pequeño gesto (e insignificante) es la razón por la que la máscara de pestañas se te seca tan rápido y a los dos meses (alargándolo mucho), tienes que comprar otra máscara. Pero, ojo, que este no es lo único que la mayoría hacemos mal y precisamente por eso no logramos nunca ese efecto pestañas postizas con el que soñamos.

Al sacar el cepillo, queda siempre una punta en su extremo con una cierta cantidad de producto que, de manera casi instintiva, llevamos al punto de salida del tubo para hacer un efecto de escurrido del cepillo, ¿verdad? Pues, oye, que ese pequeño detalle es lo que marca la diferencia en las pestañas. Si escurrimos el cepillo de la máscara de pestañas en el frasco, puesto que no es una textura extremadamente líquida, tenderá a quedarse adherido al punto de salida del recipiente, produciendo que se seque, tapone el acceso y complique el deslizamiento del cepillo por el cubículo", explica David Deibis, maquillador de Perricone MD y RevitaLash Cosmetics.

Es esa punta de producto extra precisamente es clave para conseguir un acabado perfecto en las pestañas.. "Primero, sacaremos el cepillo y, con el utensilio en vertical, aplicaremos la punta de producto que creíamos sobrante siguiendo la línea de las pestañas por abajo, como si aplicáramos un eyeliner. Después, ya deslizaremos la máscara como siempre en horizontal y en zig zag: del interior hacia la nariz, del centro hacia la ceja, y del exterior hacia la sien, favoreciendo el efecto abanico que tanto gusta", agrega el maquillador.

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