Agua micelar: del botiquín al neceser

En los últimos años, y casi sin hacer ruido, el agua micelar se ha convertido en uno de los productos imprescindibles en la rutina diaria de las 'beauty addicts'. Y no es de extrañar porque su fórmula multi-acción hace de todo y todo bien: elimina suavemente el maquillaje de rostro, ojos y labios, incluso el 'waterproof' o el de larga duración, y limpia en profundidad la suciedad, el exceso de grasa y demás impurezas que se acumulan en los poros. También hidrata, tonifica, refresca, matifica y calma en un solo gesto. Y todo ello sin necesidad de frotar ni aclarar y sin irritar ni agredir la barrera cutánea, por lo que es perfecta para las pieles más sensibles. Además, es un clásico en el backstage de las pasarelas porque, impregnada en un bastoncillo de algodón, permite corregir rápidamente los pequeños errores en el 'make up'.

El agua micelar fue desarrollada a mediados de los años 80 por Jean-Noël Thorel, farmacéutico, biólogo y fundador de Bioderma, para la limpieza de la piel en las unidades de quemados de los hospitales, de ahí su alta tolerancia. El secreto de su potente poder limpiador, pero respetuoso con el manto hidrolipídico, reside en las micelas, unas estructuras moleculares de ácidos grasos en suspensión formadas por un polo hidrófilo (que atrae el agua) y otro lipófilo (que atrae la grasa). Juntos funcionan como un imán que atrapa y retira la suciedad, el exceso de sebo y los restos de maquillaje con una gran delicadeza. Además, es muy sencilla de utilizar: basta con empapar un disco de algodón con el agua micelar y aplicarlo sin ejercer presión por el rostro, ojos y labios. Repite este gesto dos veces al día (mañana y noche) y notarás la diferencia.

La última generación de cosméticos micelares ofrece una gran variedad de formatos y texturas para encontrar el que mejor se ajuste a tus necesidades concretas. Así, los nuevos aceites son grandes aliados para prevenir la sequedad cutánea mientras que las fórmulas con activos antiedad ayudan a combatir los signos de envejecimiento. Y las innovadoras toallitas individuales convierten en nómada el ritual de limpieza y desmaquillado para que estés siempre perfecta en cualquier momento, lugar y situación.