El efecto lifting sin cirugía es posible, descubre cómo conseguirlo

Piel lisa, tersa, luminosa, jugosa... ¿Puede haber algo más deseado que disfrutar de un efecto lifting? Sí. Hacerlo sin tener que pasar por el quirófano. Si bien esta intervención de cirugía estética sigue siendo una de las más demandadas entre pacientes de más de 60 años, no todo el mundo está dispuesto a operarse para presumir de un rostro más joven. Por suerte, existen muchas opciones para conseguir un resultado algo similar de forma menos invasiva. La medicina estética es, evidentemente, la que aporta el efecto más logrado y de mayor duración.

La radiofrecuencia es, quizá, la técnica menos invasiva para lograr este fin. La tecnología Indiba es una de las más famosas. En concreto la reciente Indiba Deep Beauty deja un efecto lifting casi de forma inmediata. Su valor añadido es que respeta los tejidos y, en principio, no deja efectos secundarios. Al contrario, ayuda a que el organismo genere colágeno nuevo. Lo encontrarás en muchos centros, pero ante todo asegúrate de que son profesionales y expertos en medicina estética. Otro equipo que ofrece grandes resultados es Evocare. En The Secret Lab le sacan el máximo partido en su tratamiento facial Cellular Revolution (80 €/sesión). ¿Su secreto? Permite trabajar el rostro de forma manual con unos manguitos, de modo que las manos pasan a ser la fuente de transmisión de la radiofrecuencia al paciente. Así se pueden realizar minuciosas maniobras del masaje tipo Kobido o llegar a zonas de difícil alcance como el surco nasogeniano, el doble mentón etc Por último, no podemos dejar de hablar de Thermage FLX, conocida como la radiofrecuencia más potente del mundo. Myriam Yébenes, directora del centro Maribel Yébenes (sesión, 1.500 euros) explica que "esta tecnología consigue destruir el colágeno envejecido y crearlo desde cero". Para lograrlo, "calienta la dermis, de forma totalmente segura, llegando a las capas más profundas de la piel". Eso sí, puede resultar un poco molesto.

El láser también se está posicionando como una de las mejores técnicas para luchar contra la flacidez y el descolgamiento. De hecho, el doctor Leandro Martínez Pilar, destacó en la última reunión de la GEDET (Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica) que "es el principal reto de esta tecnología". "Las fuentes de energía, tales como el láser, logran que la piel reactive sus mecanismos fisiológicos y tengan un resultado muy natural en reafirmación, en luminosidad, en piel uniforme y con menos arrugas. Los resultados no son equiparables al lifting quirúrgico, pero sí muy satisfactorios y además, están carentes de las posibles complicaciones y la baja de una cirugía”, confirma el Dr. Martínez.

Por último, para las que no tienen miedo a las agujas ni a someterse a procedimientos algo más invasivos, los hilos tensores son una gran opción. En Harmos Clinic explican el procedimiento: "consiste en recolocar el tejido mediante un hilo introducido con una aguja muy fina, y totalmente indolora, bajo la epidermis. Cada uno de estos hilos insertados produce una bioestimulación de las estructuras internas del tejido, provocando un efecto lifting con resultados inmediatos". Generalmente se aplica un anestésico local para evitar molestias y la intervención suele ser de carácter ambulatoria.

Pequeños trucos ópticos

Si lo tuyo tampoco es la medicina estética puedes recurrir a los tratamientos de cara 100% manuales. Entre ellos, el masaje kobido es el rey para un efecto lifting inmediato. "Esta técnica, utilizada en Japón desde hace siglos, ayuda a rejuvenecer y reparar el tejido facial, previene y reduce el impacto del proceso del envejecimiento, liberando la energía y la tensión bloqueada en los músculos faciales y del cuello. Con maniobras muy rápidas y rítmicas se estimula el sistema nervioso, se mejora la circulación de la sangre y el flujo linfático, se consolidan y tonifican los músculos, y se equilibra el flujo de la energía en el rostro hasta recolocar el óvalo facial", explica Paz Torralba, directora de The Beauty Concept (120 €/ sesión). También hay soluciones más caseras que consiguen engañar a la vista y quitarnos un par de años de encima de forma sencilla y rápida.

Con el maquillaje se pueden conseguir grandes resultados. Sobre todo con un buen eyeliner. La maquilladora Kat Von D apuesta por el de tipo sirena, que se dibuja también en el lagrimal y alarga la mirada al tiempo que la eleva. También da grandes resultados el eyeliner transparente: se realiza con un corrector líquido o en crema que sea un par de tonos más claro que tu base. Solo tienes que trazar el contorno del ala de un cat-eye, pero sin rellenar. Es decir, únicamente su silueta. Termina difuminando los ángulos con un pincel biselado y la magia está servida. Por último, no olvides algunos trucos capilares de toda la vida. La coleta alta bien tirante, el moño de bailarina o, incluso, un semirrecogido alto o una diadema pueden sorprenderte por sus resultados rejuvenecedores.