Trucos y errores en el diseño y la depilación de cejas, según Mara Amandi, la experta que inventó la arquitectura de la mirada

Laexperta Mara Amandi nos cuenta todo lo que siempre quisiste saber sobre el diseño y la depilación de cejas: errores, trucos y cómo sacar partido a tu mirada, según tus facciones.

Chica con maquillaje natural y cejas marcadas
Chica con maquillaje natural y cejas marcadas / svetikd

La tentación de quitarse pelitos de la cara es casi tan grande como la explotar un grano. Las cejas y la piel son las víctimas de esos impulsos que se desatan en momentos de estrés y que, a menudo, nos llevan a un bucle del que salimos cuando ya es demasiado tarde. No importa con cuál de las dos te hayas cebado, los resultados son desastrosos: una cara llena de puntos rojos y heridas o unas cejas asimétricas o casi inexistentes porque te has pasado con las pinzas.

Si la mirada es el espejo del alma, las cejas forman parte de ese reflejo, por eso, durante décadas han sido unas de nuestras mayores preocupaciones estéticas. Las tendencias han variado a lo largo de los años: de las finísimas, como un trazo de lápiz, de Marlene Dietrich en los años 30, fueron engordando hasta la exageración de los 80, cuando todas las mujeres las querían naturales y salvajes como las de Brooke Shields. A finales de los 90 y primeros 2000 las cejas finas volvieron a causar destrozos (Angelina Jolie, Megan Fox, Christina Aguilera e incluso Blanca Suárez fueron algunas de las damnificadas). Para la experta en depilación de cejas, Mara Amandi, el peor error de todos es precisamente el de seguir las modas: “Ahora se llevan gruesas pero no favorecen a todo el mundo. Las tendencias no existen en las cejas porque su diseño debe de hacerse en función de la cara y cómo dejarla más atractiva”, aclara.

Amandi lleva casi 30 años trabajando en lo que ella llama arquitectura de la mirada. “Empecé hace tantos años que casi la inventé yo”, bromea. Nacida en Irán, estudió Bellas Artes y esa sensibilidad por la belleza le acompañó en su formación como estilista, asesora de imagen y experta en visagismo. Hoy su clínica de Madrid (calle Padilla, 37) es un referente en el diseño y la depilación de cejas con hilo, aunque ofrece otros servicios como maquillaje y tratamientos para las pestañas. En su salón son asiduas famosas como Hiba Abouk, Vicky Martin Berrocal o la ex política Cristina Cifuentes.

Cejas muy depiladas, sérums y microblading

A diferencia de otros negocios de depilación de cejas, Amandi explica que en el suyo no se puede entrar y ver si hay hueco para esa misma semana, sin más. “Pedimos que lleven al menos 6 semanas sin tocarse ni depilarse las cejas. Después yo personalmente les hago un diseño con pinzas y termino la depilación con hilo, que es la mejor técnica porque, además de acabar con el pelo estimula el flujo sanguíneo y músculo. Es como una mesoterapia, pero sin infiltraciones. Por el contrario, nunca uso cera, porque a la larga favorece la flacidez del rostro”, explica.

La razón de este periodo de espera es que el pelo de las cejas crece de forma mucho más irregular que en el resto del cuerpo. “Hay gente que se ha depilado durante muchos años y que necesitaría mucho tiempo para ver cómo son sus cejas en realidad. Hay pelos que tienen un ciclo de crecimiento de días y otros de meses”, añade. Precisamente porque muchas personas se han depilado muchísimo durante años, a menudo tiene que recomendar sérums para estimular el crecimiento de las cejas. “Después de tres meses puedes ver algo completamente diferente”, asegura.

Pese al boom del microblading o la micropigmentaciónmicroblading, Amandi explica que no es oro todo lo que reluce. “Lleva 7 u 8 años siendo tendencia. Ya lo hacen en cualquier centro, pero puede tener efectos secundarios que se observan al mes o mes y medio, como cambiar el color de las cejas al mezclar el pigmento con el pelo. Yo siempre recurro a la micropigmentación como último recurso”, afirma.

Qué cejas favorecen más y cómo depilarlas según tu cara

Uno de los trucos más compartidos para depilar las cejas es la técnica del triángulo invertido. Se trata de colocar un extremo de lápiz u objeto fino y alargado en el centro de la boca y ponerlo en diagonal en tres puntos del ojo que marcarían el inicio, el final y el arco de la ceja. Para la experta este método no es apropiado. “No creo en él porque es una técnica generalizada. Cada uno tenemos una cara, que no es totalmente simétrica. La depilación de cejas tiene que buscar armonizarlas e incluso disimular rasgos menos atractivos de nuestro rostro. Las cejas son capaces de cambiar visualmente hasta tu tipo de óvalo facial”, sostiene.

Más arqueadas, levantadas, gruesas, finas… ¿Qué tipo de cejas nos favorecen según nuestra cara?

Para disimular narices grandes, Amandi explica que hay abrir un poco más el entrecejo sin dejar nunca la ceja corta.

“Para las caras redondas, el arco se tiene que acentuar del medio a las sienes. Todo es óptico”, asegura.

En el caso de los rostros alargados, el arco será más tenue, menos abierto, sin que lleguen a ser rectas.

Para disimular párpados caídos: subiremos el arco para conseguir el efecto de elevación.

Otro consejo más: “Las cejas con forma coma no favorecen a nadie”, sentencia.

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