Arrugas, rojeces, manchas, poros... Dime qué quieres eliminar y te diré qué tratamiento láser elegir

Desde arrugas y manchas hasta cicatrices,  el láser puede solucionar muchos problemas de la piel. Te explicamos cuál es el que mejor se adapta a tus necesidades.

Tras el láser, ablativo o no ablativo, la piel puede quedar frágil e irritada durante los primeros días
Tras el láser, ablativo o no ablativo, la piel puede quedar frágil e irritada durante los primeros días / Alessandro Zeno / Imaxtree.com

En un mundo en el que se multiplican las técnicas de medicina estética que nos permiten remodelar el óvalo del rostro, rellenar las arrugas o hacernos un lifting en la mirada sin pasar por largos meses de tratamiento, todavía nos cuesta saber cuál es el mejor para solucionar nuestros pequeños trastornos cutáneos.

Aunque lo conocimos asociado a la depilación, el láser es, sin embargo, la respuesta a muchos problemas de la piel, como arrugas, cicatrices, manchas de pigmentación, rojeces o poros dilatados. ¿Cuáles son los diferentes tratamientos con láser y cómo funcionan? Hacemos un repaso en función del problema que quieras eliminar.

Láser para eliminar vello, acné, arrugas y manchas
Láser para eliminar vello, acné, arrugas y manchas / Dutko

Cicatrices

Tanto si son profundas como en relieve, el láser puede reducir las cicatrices y mejorar su aspecto, o incluso hacerlas desaparecer cuando no son muy pronunciadas, al regenerar el colágeno de la piel. Existen varios tipos de láseres para tratar las cicatrices, ablativos y no ablativos, que se eligen según el tipo de piel y el grosor de la cicatriz.

Los láseres fraccionarios no ablativos son ideales para las pieles normales y finas y para las cicatrices hundidas, ya que estimulan la renovación de la dermis al tiempo que ejercen una tensión horizontal sobre la piel, lo que 'realzará la cicatriz' para disminuir su profundidad. Al contrario, los láseres ablativos se recomiendan para las cicatrices en relieve y en pieles gruesas porque, mediante la abrasión (eliminación de la capa superficial de la piel), aplanan la cicatriz al actuar sobre el grosor de los tejidos.

Acné

Ya sabíamos que el láser era eficaz para reducir las cicatrices que deja el acné, pero también puede ser útil para las personas que no pueden deshacerse de él con los tratamientos convencionales. En este caso, hay dos tipos de láser disponibles: los láseres infrarrojos que actúan alterando las glándulas sebáceas para reducir la secreción de sebo, y los láseres KTP, que reducen el número de bacterias responsables del acné y, por tanto, el número de granos.

Rojeces

Para tratar todos los tipos de rojeces lo más frecuente es utilizar láseres vasculares (como el KTP o el Nd-Yag), cuya longitud de onda sólo es absorbida por las zonas de piel afectadas para no dañar la piel de alrededor.

Arrugas

Hay tres tipos principales de láser para reducir las arrugas: el láser de Co2 (que actúa más profundamente pero es más invasivo), el láser de Erbium (que actúa como el Co2 pero menos profundamente) y los láseres fraccionados, que son más suaves.

El láser de Co2 alisa las arrugas pero también tensa la piel, por lo que se utiliza en el caso de las arrugas asociadas a la flacidez de la piel, mientras que el láser de Erbium se recomienda para las arrugas arrugas finas múltiples, como las patas de gallo o el contorno de los labios. Con él se pueden tratar zonas que no se pueden tratar con el láser de CO2, como el escote y el cuello, pero no ofrece un efecto tensor. Por último, los láseres fraccionados, estimulan la regeneración celular y la producción de colágeno creando microperforaciones en la epidermis para reducir las arrugas.

Poros dilatados

Los poros dilatados pueden cerrarse con el láser Fraxel. Este potente láser, que estimula la renovación de la piel con dos longitudes de onda, y favorece la reparación natural de la piel creando microimpactos con su haz de luz. Estos impulsarán la producción de colágeno, ayudarán a eliminar las células muertas y harán que la piel sea más suave, haciendo que los poros sean menos visibles.

El láser también es eficaz para reducir -y a veces eliminar- las manchas de pigmentación más oscuras que aparecen en la cara, el escote y las manos con la edad o como resultado de una exposición excesiva al sol. Pueden tratarse con diferentes tipos de láser: los láseres de abrasión, como el láser de Co2 o el de Erbium, que eliminan la capa superficial de la piel y la acumulación de pigmentos, y los láseres fotomecánicos (tipo Nd-Yag o KTP) cuya luz será captada por la melanina y permitirá su eliminación natural por las células reparadoras de la piel.

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