La ansiedad, el estrés y la falta de sueño dañan tu piel bastante más que el sol, y este es el motivo

Así es como afecciones como el estrés o la ansiedad influyen en cómo te ves.

Cómo la ansiedad, el estrés y la falta de sueño afectan a la piel
Cómo la ansiedad, el estrés y la falta de sueño afectan a la piel / Istock

Bajón otoñal, sobrecarga de tareas, la vuelta a la rutina… todo suma en los niveles de cortisol. Y a mayor cota de estrés, menos bienestar. Y es que, laa salud mental no solo juega un papel vital en nuestro bienestar físico, sino que también influye en el aspecto y la salud de nuestra piel. Problemas tan comunes hoy en día como la ansiedad y el estrés, tienen graves consecuencias en nuestra salud, en especial en uno de los órganos más sensibles y delicados de nuestro cuerpo: la piel.

De hecho, las consecuencias de sufrir durante largas temporadas este tipo de problemas, incluso puede ser más perjudicial para la piel que otros factores externos como puede ser la radiación solar. Atenta.

Estrés y tensiones:

El estrés crónico aumenta la producción de cortisol, lo que puede provocar brotes de acné, agravar condiciones como la rosácea o psoriasis, y acelerar el envejecimiento de la piel al reducir la capacidad de regeneración celular.

Ansiedad:

La ansiedad afecta al sistema nervioso y puede incrementar la inflamación en la piel, contribuir a erupciones cutáneas, y empeorar afecciones como el eczema o la dermatitis.

Falta de sueño:

La privación del sueño interfiere con la regeneración celular y la producción de colágeno, resultando en una piel más opaca, líneas de expresión más pronunciadas y ojeras.

Como bien nos explica el Prof. Dr. Steinkraus, dermatólogo y experto en pieles, "es bien sabido que el estrés y la tensión pueden influir en la función de barrera de la piel, lo que facilita las inflamaciones cutáneas con sequedad, picor, irritación o eccema. La barrera de la piel está constantemente bajo el control de un equilibrio, pero éste se altera con mucha facilidad. Además, las enfermedades inflamatorias de la piel, como la dermatitis, la psoriasis o el eczema atópico, pueden reagudizarse o empeorar".

Y añade: "las deficiencias de sueño también impiden la regeneración no sólo de nuestro cerebro y nuestro corazón, sino también de nuestra piel, lo que a su vez la estresa y da paso a brotes de cualquier tipo como erupciones cutáneas o acné, y esta inflamación también es un actor sustancial del envejecimiento cutáneo".

Las consecuencias del estrés en la piel

Las consecuencias del estrés en la piel

/ Istock

¿Qué podemos hacer para combatir todos estos síntomas?

Para mejorar estos síntomas cutáneos, es fundamental cuidar de nuestro bienestar mental. En muchos casos, lo más recomendable es acudir a especialistas en salud mental, quienes nos guiarán y ayudarán a encontrar el mejor camino hacia nuestra recuperación. Pero además de abordar el problema desde el interior, también podemos recurrir a ciertos hábitos diarios que ayudan a aliviar los síntomas de la piel estresada.

Para ello, el Prof. Dr. Steinkraus ha desarrollado una regla de 10 puntos para verse mejor (How to Look Better), que abarca aspectos psicológicos, físicos y sociales para mejorar el estado de la piel.

Un decálogo que incluye puntos tan cruciales como estos:

  • Aceptar el envejecimiento como algo inevitable
  • Dormir lo suficiente
  • Comer, beber y hacer ejercicio con sensatez
  • No fumar
  • Tomar el sol con cuidado
  • Cuidar la piel con la tecnología más avanzada
  • Tener amigos de todas las edades
  • Disfrutar de la intimidad y la sexualidad
  • Tolerar las mentalidades diferentes a la tuya
  • Relajarse y sonreír

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