Skinbooster o hidratación facial: el mejor aliado para revitalizar tu piel de forma natural
Esta técnica aporta densidad y frescura sin modificar la apariencia del rostro. Cristina Selva, especialista en medicina estética del Instituto de Cirugía Plástica y Medicina Estética de Quirónsalud Zaragoza, descubre sus beneficios
Skinbooster es un tratamiento de hidratación profunda que se realiza mediante inyecciones intradérmicas de ácido hialurónico y que ayuda a mejorar la textura de la piel. Este componente retiene la humedad, mejorando su apariencia y elasticidad. Además, al estimular la producción de colágeno, la dermis también se vuelve más firme y suave.
La doctora Cristina Selva, especialista en medicina estética del Instituto de Cirugía Plástica y Medicina Estética de Quirónsalud Zaragoza, indica que “se puede realizar en cualquier tipo de piel que necesite hidratación, aunque se recomienda especialmente en rostros maduros o dañados por el sol. Es una terapia adecuada para personas con mas de 30 años que presenten signos de envejecimiento prematuro, como líneas finas, manchas o flacidez. Se puede aplicar en la cara, el cuello, el escote, las manos o los codos”.
Beneficios de la hidratación facial
Los principales signos de la deshidratación son sequedad, tirantez, enrojecimiento o irritación, descamación, líneas finas de expresión, ojeras, bolsas y flacidez. Estas señales pueden ser más notorias a partir de los 40 años, que es cuando se experimenta una mayor pérdida natural de humedad en la piel.
Para hacer frente al paso del tiempo, esta terapia es la primera en aplicar este potente activo en combinación con un complejo dermo-reestructurante y conseguir así tres acciones en una: regenerar, proteger y redensificar de forma natural y sin modificar el volumen del rostro. En este sentido, “son fundamentales las primeras visitas con el especialista. En Quirónsalud analizamos lo que el paciente busca, teniendo en cuenta sus expectativas para poder asesorarle con el objetivo de conseguir el mejor resultado”, aclara la doctora.
“A diferencia de las cremas o mascarillas -continúa-, actúa de manera más profunda y duradera, ya que se trabaja directamente en la dermis media. Mejora la textura, la densidad y la luminosidad de la piel, además de suavizar las líneas finas de expresión y las arrugas. Es la mejor solución si se busca una hidratación profunda”.
Cómo se aplica el tratamiento
El ácido hialurónico de textura gelidificada se administra por microinyecciones, realizando pequeños depósitos entre la dermis superficial y la intermedia. Se lleva a cabo en consulta médica y no requiere ni preparación ni ingreso hospitalario. Previamente, se limpia y desinfecta la zona, y se procede a suministrar el producto, normalmente tiene una duración de entre 10 y 15 minutos y no es un proceso doloroso.
Cristina Selva explica que “el tiempo en el que se observan los resultados depende de varios factores individuales, como la edad, el tipo de piel y el estado inicial de hidratación. Sin embargo, tras la primera sesión, ya se puede ver una mejoría significativa. Su efecto máximo se observa tras las tres primeras aplicaciones, ya que sus efectos son acumulativos. Pero hay que señalar que los resultados aparecen gradualmente y de forma natural”. Asimismo, el número de sesiones también varía en función de la situación previa del paciente. “Pero, generalmente, se recomienda una sesión al mes durante tres meses y, después, una de mantenimiento cada seis meses”, advierte.
Por último, la doctora Selva destaca que se puede aplicar en cualquier época del año: “Es ideal para para preparar la piel antes del verano y contrarrestar un posible daño solar. También se recomienda tras del periodo estival para restaurar los posibles daños o en invierno para hacer frente a la sequedad que produce el viento y el frío”. En cuanto a su cuidado, la especialista aconseja “utilizar cosmética personalizada, especialmente protector solar, y acudir a la consulta para valorar los posibles tratamientos de mantenimiento y poder seguir su evolución”.