La belleza está en el interior

Cuidar nuestra piel con cosméticos apropiados y dedicarle tiempo y constancia son dos de los pasos fundamentales para lucir una piel bonita y radiante. No obstante, durante los últimos años ha entrado otro componente en las reglas del juego que, si bien se engloba dentro de la cosmética, tiene otros numerosos beneficios que debes conocer. Hablamos de la nutricosmética.

La diferencia con la cosmética convencional es que ésta engloba un ritual de belleza para el cuidado de la piel o el cabello desde el interior, es decir, mediante la ingesta de nutrientes que ejercen un efecto directo sobre nuestro aspecto externo. Para conseguir el resultado que queremos, además de consumir alimentos apropiados para el cuidado de nuestra piel y aumentar la ingesta de agua para mantenerla hidratada, debemos incluir un suplemento oral indicado y personalizado para nuestro tipo de piel. De hecho, la mayoría de alteraciones dermatológicas pueden abordarse mediante tratamientos combinados, conocidos como “twincosméticos”, que actúan simultáneamente por vía tópica y oral consiguiendo retrasar los signos de envejecimiento, regular la pigmentación, prevenir el daño solar y mantener una piel firme e hidratada.

¿Un ejemplo? Innovage Piel Colágeno PLUS, una completa fórmula a base de colágeno hidrolizado, antioxidantes, minerales y vitamina C que ayuda a mantener la piel firme y elástica. Y es que, gracias al colágeno, una proteína presente de forma natural en nuestro cuerpo, conseguiremos retrasar los signos de expresión y, gracias a los antioxidantes, conseguiremos neutralizar los radicales libres y contrarrestar las manchas y la flacidez. Además, gracias a su rápida disolución y su agradable sabor a fresa será muy fácil de incorporar en tu rutina. ¡Son todo ventajas!

¿Cómo actúa la nutricosmética?

Igual que el resto de tejidos del cuerpo humano, la piel requiere de sustancias para el mantenimiento de su estructura y su actividad metabólica. La nutricosmética nos da estas sustancias, que son transportadas desde el interior del cuerpo por la circulación sanguínea y, afectan profunda y positivamente a la función de las estructuras de nuestra piel. ¿El resultado? Una piel tersa, luminosa e hidratada.