Paula Echevarría: "Cada año que sigo trabajando con éxito es un regalo. Y estoy preparada para cuando no sea así"

Le gusta la Navidad y está a punto de viajar a Asturias, para celebrarla en familia: “con un niño de 20 meses, la verdad es que son todavía más bonitas y se disfruta mucho más porque todo es nuevo para él”, nos dice Paula, imagen de Pantene con la que hablamos de vida, trabajo, hijos, belleza, moda y esa faceta como Icono de Estilo, por la que ha recibido el Premio Woman 30 Aniversario.

Paula Echevarría es la portada digital de Woman.es

Paula Echavarría posa con suéter de punto con plumas de Parosh y pantalón palazzo de Maison Mesa.

/ Alberto Saguar

¿En qué momento vital te encuentras?

Estresada, he vuelto a la carga. No estoy rodando pero tengo mil cosas y vuelvo a sentir que me faltan horas en el día. Al trabajo súmale un niño de 19 meses y una adolescente de 14 años. Reservo tiempo para mi ballet, mis tratamientos… pero ayer a las once de la noche estaba ordenando los armarios.

Si entramos en tu vestidor, ¿qué nos sorprendería?

Que es como el carnaval de Río de Janeiro. Ayer saqué seis bolsas enormes para donar. Mi casa es una constante entrar y salir de ropa. Ahora tengo a mi hija, que usa la misma talla y número de pie, y mucha va para su armario. Para ella es tener como una tienda multimarca a un metro de su habitación.

Daniella está en plena adolescencia, ¿cómo es vuestra relación?

El otro día leía, “¿discutes con tu hijo adolescente? Lo estás haciendo bien” Pues lo estoy bordando. Tenemos rifirrafes pero terminamos riéndonos. Dani es muy parecida a mí, saca el lado positivo de todo. No es que todo me salga bien en la vida, pero lo acepto como viene.

Te hemos reconocido con el premio Icono de Estilo en los Premios WOMAN 30 ANIVERSARIO, como referente de la moda.

Me ha hecho muchísima ilusión. Yo nunca intento aconsejar a nadie, ni decir lo que hay que llevar o no, yo visto como soy. Y cuando me han preguntado por qué creo que antes mi blog y ahora mis redes funcionan es porque la gente se lo cree. Yo nunca he intentado disfrazarme de nada porque se lleva. Hay días que pruebas, y la moda está para eso, para probar pero yo siempre voy muy para mí, para mi día a día, mis comidas con mis amigas, las cenas con mi chico. Y eso se nota: muestro trozos de mi vida pero no estoy enseñando un escaparate. De todas formas, a mí me sigue chocando que la gente me vea como un modelo a seguir.

Estamos en vísperas de la Navidad, ¿te gustan estas fiestas?

Sí, claro y con un niño pequeño mucho más. Hemos puesto el árbol todos juntos, con Miguel y los niños y en unos días nos vamos a Asturias. No son fechas que me guste viajar lejos.

¿Te gusta arreglarte y vestirte de forma especial?

Sí, claro, forma parte de las celebraciones. Todavía no sé qué me voy a poner, pero este año me gustan mucho las lentejuelas. Depende de cómo me sienta esos días.

¿Qué es la moda para ti?

Diversión, porque no todos los días te sientes igual, ni estás igual. A mí me influye mucho mi estado de ánimo a la hora de elegir lo que me pongo. Por ejemplo, jamás he sido capaz de preparar la ropa que me voy a poner al día siguiente la noche de antes, porque seguramente no estoy igual y me siento de otra manera. Hay veces te vistes para pasar desapercibida y otras para que te vea todo el mundo, que estás alegre y necesitas color, que estás hinchada y te pones un vestido suelto… Y luego está lo que se lleva y lo que no, aunque no me dejo influenciar mucho.

Cuántos años llevamos escuchando, “Paula ya no tiene el mismo tirón, ya le queda poco ...” y aquí sigues, triunfando en televisión, en las redes sociales, como diseñadora e imagen de campañas.

Cada año que sigo aquí es un regalo. Hay tanta gente, tantas chicas jovencísimas, guapísimas, superválidas y mientras esto dure, duró. Me hace muy feliz que me sigan valorando para hacer campañas, para sacar líneas de ropa de marcas como la que he hecho con Primark, para gente muy joven. Y que ha arrasado. Así que esto se va alargando y yo feliz, pero todo tiene una duración. Y créeme que estaré preparada para cuando esto no sea así.

Cuando se alcanza la fama y te conviertes en un ‘fenómeno’, ¿cuesta mantener los pies en el suelo?

Se me podría haber ido la cabeza, pero yo no me rodeo de palmeros. Mantengo mis amigas, mi repre, mi maquillador desde que empecé. Vivo en un mundo muy real, con gente de verdad, con problemas y vidas reales.

Por cierto, has recibido muy buenas críticas sobre cómo te desenvolvías en tlevisión, como jurado de ‘Got Talent’.

No leo las críticas, ni buenas ni malas, para que no me influyan. Si no, te dejas bambolear para todos lados. A quien le guste bien y a quien no, también. Ser jurado está siendo apasionante, porque yo siempre he estado en el otro lado.

¿Te has sentido juzgada?

Todo el rato, desde el principio hasta hoy. Me mudé a Madrid en enero del año 2.000, en febrero comencé a hacer cosas y a partir de ahí, empiezo a ser juzgada como actriz, imagen de marcas, tuve una relación con mi ex marido que me puso en la diana y sentí el juicio público a lo bestia. Luego llegaron el blog y las redes sociales, que te exponen de forma constante. Si mi cabeza a día de hoy está sana es porque nunca he hecho demasiado caso de lo bueno ni de lo malo.

¿Cómo va tu faceta de actriz?

¡La gran pregunta! Quiero volver, pero me cuesta. Desaparecer de mi casa y de mi vida horas y horas, días y días … Últimamente, me han llamado para roda en República Dominicana, Hungría, Miami… y en otro momento de mi vida hubiera dicho ¡vamos! pero ahora soy incapaz. Por elección propia, no por ser mujer ni madre, sino porque no sería feliz y yo me he empeñado en serlo. Valoro mucho volver todos los días a mi casa, ver a mis hijos, a mi chico… necesito más esto que sentirme actriz.

¿Cual es tu filosofía a la hora de cuidarte?

Intento retrasar el envejecimiento, no parecer más joven, sino sentirme bien en mi propia piel. Y cuidarme por dentro y por fuera. Las arrugas, por ejemplo, no me importan. Por eso, respeto a quien se pinche y se ponga botox, por supuesto pero a mí me gusta sonreír y tener arrugas. Lo que no quiero es tener la piel apagada. Y para eso hay cremas, tecnologías y masajes manuales que te suben las facciones. En cuestión de agujas, como mucho, creo que las infiltraciones de tu propio plasma funcionan muy bien, pero nada que altere el rostro”.

Nunca has ocultado que tenías el pecho operado, ¿pasarías por el quirófano por algún otro motivo?

Lo único que me haría es el párpado. Se lo tengo dicho a Miguel – su maquillador- ‘cuando veas que cuelga, avisa’. No me da ningún miedo. Un párpado caído hace el ojo pequeño y envejece, la mirada se ve triste … y los ojos son el espejo del alma.

Natalia - de la Vega, propietaria de Tacha- me decía el otro día que en cuestión de cuidados eras súperdisciplinada. ¿Esa es la clave del éxito?

Desde pequeña, mi madre me decía que tenemos una piel y un pelo para toda la vida y que hay que cuidarlos cada día. En un mes no se arreglan los destrozos de años. Fijate lo que engordo en los embarazos – 21 kilos en el primero y 25 en el segundo- y no tengo ni una estría porque desde niña me hidrato la piel cuando salgo de la ducha. El pelo exactamente igual.

La melena es tu seña de identidad, ¿la sacrificarías por algo?

Jamás, salvo causas de fuerza mayor, que espero que no sucedan nunca claro pero por trabajo, no. Em una serie tenía que llevar el pelo corto y dije, “hay pelucas preciosas”, y es verdad. Mientras no seas la teniente O’Neill y tengas que rapártelo en directo, el resto se puede falsear todo. Yo no sería nada sin mi pelo.

¿Cómo lo cuidas?

Ha sido el gran olvidado de la belleza y es un error, porque es fundamental en nuestra imagen. Coincido totalmente con la filosofía de Pantene de cuidarlo como la piel y trasladar las rutinas de cuidados faciales al cabello. . Entre sus novedades tienen un serum de día y otro de noche, por ejemplo con activos como el ácido hialurónico, colágeno… que están en las fórmulas de las cremas de la cara. Y mi producto estrella siempre han sido las Ampollas Rescate 1 Minuto. Las recomiendo siempre: en invierno me las pongo una o dos veces a la semana y en verano a diario, cuando vuelvo de la playa con el pelo fatal y me lo dejan nuevo.

Llevas 17 años como imagen de Pantene. En este tiempo han pasado Sara Carbonero, Amaia salamanca… y tú ahí sigues. Por algo será.

Cuando una celebrity y una firma son capaces de estar tanto tiempo juntas es que tenemos muchas cosas en común. No es cuestión solo de que te paguen, sino una implicación, un creer ellos en mí y yo en ellos… Juntos hemos avanzado, nos hemos adaptado a los tiempos con lo que los tiempos nos iban pidiendo, hemos crecido juntos.

¿Con qué frecuencia visitas el centro de belleza?

Voy a Tacha un día por semana. Alterno cuidados corporales y faciales. Me encantan los masajes manuales pero también hay aparatología increíble. El otro día me hice el Ultraformer que te ‘grapa’ los puntos de sujección de la cara, o me hago un Indiba que sube el músculo y en cuestión de agujas, creo que las infiltraciones de plasma funcionan muy bien y también la biomesoterapia, a base de plantas naturales. Pero yo no quiero cambiar mis rasgos, no me veo con unos pómulos rellenos, ni con los mismo labios que todas…

Hablabas de lo que engordas en tus embarazos, pero te has recuperado muy bien, ¿cómo haces para mantenerte en forma?

Toda mi vida he hecho deporte, desde que tenía 14 años. Ahora estoy haciendo ballet fit que es una disciplina muy divertida que además te ‘exprime’ el cuerpo. Y también estoy haciendo hipopresivos, para recuperar todo lo que no se ve. Ser madre con 43 años exige más cuidados. Yo ahora tengo 45 años y la premenopausia puede llamar a la puerte en cualquier momento. Lo que no se ve es igual de importante que lo que se ve. Y los hipopresivos son una buena de manera de trabajar el suelo pélvico y que todo esté bien.

Miguel tu maquillador desde hace 20 años dice que eres una mujer a la que ‘favorece’ el maquillaje. ¿Te gusta maquillarte?

Jajaja, me vine bien adornarme. El minimalismo para mí no existe, ni en ropa ni en maquillaje. En mi día a día llevo una BBCream, También tengo claro que cuanto mayor te haces menos te gustas con maquillaje. Hace años mi obsesión era maquillar mucho el ojo, venga ojo negro, y ahora le digo quita, quita, más natural.

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